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Visita a club swinger en Santiago

by D4v1D©

Primera visita a un club swinger en Santiago Chile

***Esto es un relato real, una crónica no-erótica, de nuestra primera visita (junio 2017) a un club swinger en la ciudad de Santiago de Chile.***

Antes de ir a nuestro primer club swinger mi señora y yo buscamos en la web. No había nada explicativo sobre clubes de Santiago de Chile.

Por esto decidí escribir esto: para que otras personas curiosas sepan a qué se enfrentarán.

No somos swingers pero tampoco mojigatos y sentíamos curiosidad por el ambiente swinger. Era una aventura en pareja.

Busqué y encontré dos club: La Casona y Syo. El primero había sido propiedad de distintas personas y por eso no me interesó tanto. Syo era propiedad desde hace años de una misma pareja de swingers chilenos, Soledad y Oscar, y por eso me pareció más atractivo.

Syo había estado en distintas ubicaciones en Providencia y ahora estaba en un lugar desconocido de Ñuñoa. El sitio web (www.syo.cl) indica que hay que enviar un WhatsApp para preguntar por la ubicación.

También informa que existen distintas noches: sábados de parejas, jueves de tríos y viernes de parejas e individuos. No entendí bien la diferencia entre los jueves y viernes, pero parece que los viernes van parejas que prefieren interactuar con otras parejas, así como parejas que quieren hacer un trio. El jueves sería solo de tríos: es decir, parejas que buscan un hombre o mujer sola.

Mandé el WhatsApp diciendo que queríamos ir el sábado 17 de junio de 2017 y al poco rato me respondieron con la dirección. El sábado abre a las 10:30 pm. Llegamos a las 11:30 y estacionamos en la calle. Se sube una escalera por el costado de la propiedad y te encuentras con un guardia que registra los nombres de la pareja en una hoja y luego te abre una puerta que está con llave.

Adentro te recibe Oscar, uno de los dueños. Vestido de jeans y camisa color sandía fuera del pantalón, pelo corto a la moda. Tiene unos cincuenta años muy bien conservados; aparenta mucho menos. Él nos pregunta si somos primerizos (sí), nos explica de qué se trata, cómo está organizado, la distribución física. Te hace sentir muy cómodo, en un ambiente seguro y controlado.

El lugar es bien pequeñito: tiene en un ambiente un bar, guardarropía, pista de baile y pequeño escenario. Luego hay un pasillo que da a tres salas cerradas con cortina: un privado para grupos, una sala de juego (de sexo grupal) y un "pasillo francés". Esta última es una sala adyacente a la grupal que tiene orificios en la pared por donde se puede mirar, tocar o hacer sexo oral (glory hole, en inglés). Al final hay dos baños. La sala grupal y el privado tienen unas banquetas de cuero sintético y muy poca iluminación.

Oscar nos pregunta si hemos hecho esto antes y ante nuestra negativa nos explica que lo más importante es ponerse de acuerdo antes de venir para aclarar las expectativas y que no ocurra que una de las partes presione a la otra a hacer algo que no quiera.

Cobran $30.000 (pesos chilenos o USD 50) por pareja e incluye una bebida alcohólica para cada uno. Se paga al irse y te cobran además de la entrada, los consumos fuera del cover y la propina. Después que pagas te dan una contraseña para que el guardia te deje salir.

Cuando llegamos había unas tres mesas ocupadas, cada una con una pareja, tres meseros, y un DJ/VJ. Atrás del bar se proyecta un vídeo de siluetas de chicas bailando. Había una mesa con cuatro sillas reservada cerca del escenario y unas 10 mesas en total. Son mesas chicas, altas y redondas, con taburetes altos también. Además está la barra del bar con sus taburetes y otra barra cerca del escenario con taburetes. En total deben caber unas 50 personas.

La mesera nos pidió los nombres para anotar los consumos (espumante y piscola) y nos trajo un pocillo con maní salado. También venden tablas para picar. Al poco rato se empezó a llenar. Las edades desde los 20 y tantos a los 50 y tantos, con una media cerca de los 35 a 40 años. La concurrencia heterogénea: origen social medio, no hay alcurnia aparente ni tampoco marginales, hay flacos y gordos (pocos), morenos y otros de tez más clara, chilenos y quizás un extranjero. Cuerpos comunes y corrientes de chilenos medios, algunas chicas más atractivas, otras parecen putas platinadas, otras viejas; casi todas con vestido o falda mini, medias y tacones. Son casi puras parejas que no se conocen entre sí. Por ahí hay gente que se saluda pero son los menos. Nosotros no conversamos con nadie pero miramos a la gente y coméntanos sus atributos. Me imagino que uno podría animarse y acercarse a otros, pero presiento que casi nadie está en la onda de conocer a otras parejas.

Voy al baño y en el pasillo me quedo un rato conversando con Oscar, quien me dice que hoy hay muchos novatos. Le pregunto dónde deja la gente su ropa y me responde que no se sacan la ropa, los hombres se bajan los pantalones y las mujeres usan vestido para facilitar el acceso. Hay mucha vergüenza respecto a la imagen corporal. Que cuando él y su señora van a resorts swingers como Desire en Riviera Maya, todos están desnudos. También me cuenta que el swing de intercambio de parejas tiende a ser una interacción de iguales, donde las parejas evalúan su atractivo mutuo y si hay una pareja mucho más atractiva que otra, típicamente no se produce el intercambio. Da un poco de temor pensar en ello: ¿estará uno a la altura de las expectativas de otros?

Mientras conversamos en nuestra mesa, aprovechamos de aclarar nuestras expectativas: vinimos a mirar más que a hacer algo.

Al rato ya no hay espacio y hay gente de pie. A las 12:30 comienza el show, sale una stripper vestida de enfermera, bien atractiva, con unas enormes tetas postizas y buen culo, quien interactúa con los conocidos, mientras se desviste. La mesa de cuatro que está más cerca del escenario, ocupada por una señora algo mayor (55 años) vestida de jeans y camiseta apretada, con el ombligo al aire, su compañero, de rasgos algo indígenas, y una pareja más joven. Está mesa es el destino de la stripper, quien deja que el "indígena" le chupe las tetas.

Después sale el stripper masculino, vestido de policía. Mi señora lo encuentra muy sexy, de cara atractiva, bien moreno y con musculatura definida. También interactúa con la señora de la mesa central pero también con otras mujeres del público y termina su show mostrando su pene erecto por un breve momento.

Después del show empieza el baile, puro reggaeton, y todos bailan mientras los meseros corren las mesas.

Mi señora está vestida con botas, falda corta, medias al muslo y una camiseta apretada. Me pongo por detrás y bailo contra ella. Aprovechó de manosearla entera, ya que el ambiente es permisivo a ello.

Dos parejas que llegaron juntas, bailan muy sexy entre ellas, y toquetean a una de las dos chicas metiendo mano por su vestido y tocándole las tetas.

Al poco rato la pista está vacía, todo el mundo o se fue del lugar o está en las salas de juego. La sala grupal tiene un guardia frente a la entrada, con una cortina que la cierra, quién vigila que solo entren parejas y no personas solas. Vamos a la sala de observación y miramos por los orificios. Vemos gente en distintos actos: una mujer arrollidada frente a un hombre chupándole el pene, él solo tiene el cierre del pantalón abierto; otra mujer en calzón y sostén sobre un hombre semidesnudo, claramente teniendo sexo, probablemente ella tiene el calzón corrido, se escuchan quejidos que vienen de ella y respiración entrecortada; el hombre "extranjero" sacándose la ropa hasta quedar totalmente desnudo y desvistiendo a su pareja, una flaquita bien rica. Me arrollido y veo por uno de los hoyos más bajos cómo le saca calzón, ella está completamente depilada, y luego veo desde unos 30 cm como la penetra. Es súper excitante ver el desenfreno sexual, el enredo de piernas y miembros, el sexo despersonalizado.

Mi señora me dice "quiero tener sexo contigo"; la tomo de la mano y la llevo al privado, no hay nadie, se tira sobre una de las dos banquetas de la sala, forradas en cuero sintético (¿para la higiene?) y le bajo el calzón y la penetro de una. Está mojada. Es todo muy apurado y excitante y los dos tenemos un orgasmo muy rápido. Por suerte ando con unos pañuelos desechables y ella se puede limpiar.

Después vamos por nuestras cosas, la pista de baile está desierta, pagamos la cuenta y nos vamos. Son solo las 2:30. El club está abierto hasta las 4:00 am los sábado.

Cosas que descubrimos.

Es excitante el ambiente del club: el show aporta al ambiente y luego ver a la gente tener sexo. Como una porno en vivo, pero con gente como uno.

No hay, a simple vista, intercambios de pareja. Cada uno con la suya. Excepto si ya se concertó en forma previo un encuentro con otra pareja, como aquellas dos parejas que llegaron juntas. Aunque también es cierto que no nos quedamos hasta el final y no sabemos qué pasa más tarde.

No hay disponible condones, pañuelos desechables, lubricante, ni nada "práctico". Cada uno tiene que llevar lo que necesite.

El ambiente en esta ocasión fue más exhibicionista y voyeur que swinger.

No sabemos cómo será los días de trios.

Nos ha dado para conversar mucho y acercarnos como pareja. También para tener tema de conversación con amigos. Todos se mueren de curiosidad.a

En resumen, el lugar tiene buena onda y no es amenazante: vale la pena animarse e ir. Recomendado.

Written by: D4v1D

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Story Tags: swinger, non-erotic, real, chile, club, wife, esposa

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